Había dejado escrito la noche anterior que hoy iba a salir aunque cayeran chuzos de punta. Por eso y por cumplir mi palabra me personé a las 08:00 en V.V. Cuando llegué me resguardé bajo el techo de la gasolinera, donde esperé con la intención de no saber qué hacer, pues llovía ¡Coño si llovía! Al poco una luz asomó por la rotonda, milagro, otro colgao, El Litri bajo un chubasquero oscuro y al poco Juan Ghz, alucinado de que no fuera el único de que se atreviera con la salida oficial. Esperamos unos minutos convencidos de que nadie más se había atrevido a salir con este tiempo, si hubiéramos sabido que El Colegui estaba al caer lo hubiéramos esperado, pero ya era un poco tarde y estábamos convencidos de que KAY nos estaba esperando en el meadero. Cuál fue nuestra sorpresa al no encontrarlo. ¿Le habrá pasado algo?Pedaleamos bajo la molesta lluvia por el carril nuevo, y al cabo de un rato comenzó a escampar. Nos quitamos los molestos chubasqueros y mojados como íbamos no nos importó pasar por uno, dos, tres y cuantos charcos se nos pusieran por delante. Después del puente de madera, teníamos ganas de marcha, así que lo dejamos atrás, sorteamos un par de riachuelos, no bajamos de la bici y nos pusimos a mariscar y luego saltamos la valla del cortijo del belga y nos dirigimos hacia la laguna de Medina, que resultó, estar a reventar de agua; consecuencia lo cual, un par de veces, como se aprecia en las fotos, nos las vimos y deseamos. Después por la ruta de los cocodrilos, esta vez a la inversa. En un cruce me despisté y los juanes que me seguían, los metí en un fangeiral de mil pares. Bajo la autopista, la crecida del río era espectacular, Juan hizo hasta un video, a ver si lo cuelga. Deshicimos el camino y pronto encaramos la cañada. Era temprano y queríamos kilómetros, así que tiramos para Puerto Real, luego carretera de Paterna a buen ritmo y otra vez cañadas. Calculo que serían poco más de media mañana cuando llegamos a la Ventolera, bastante llenos de fango, y con los pies como dos témpanos de hielo. Aún así, teníamos ganas del merecido desayuno. Al poco apareció Iván, que decía venir de San Cristóbal. Llevaba su buena dosis de fango, sobre todo en las zapatillas. No quiso acompañarnos por no enfriarse, y la verdad que estuvo listo, porque nosotros sí que nos enfriamos , a consecuencia de ello, la vía de servicio se nos hizo pesada de coj….
Al final un día de montabay en estado puro ¡de puta madre! con dos buenos colegas y 82 kilómetros, que tampoco está nada mal.
Aquí se advierte perfectamente la subida de las aguas del pantano. Por donde está el agua, es por donde hacer un mes pasábamos nosotros con nuestra mtb.
Ivan, que también se comió lo suyo. Además sin sus hermosas ruedas nuevas. ¡Me caches!
Litri hizo estas fotos y mas en esta dirección : http://www.foromtb.com/showthread.php?t=209662&page=2311
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