Libro de Visitas

lunes, 28 de marzo de 2011

PLATAFORMA DE APOYO AL CAÑASBIKE MAS ENTRAÑABLE EL LOREN


Supongo que cada cañasbike deja su impronta en este, nuestro colectivo, pero en el caso de Lorenzo, reconoceréis que su granito de arena ha sido un poco mayor que el del resto. Sin él, los cañasbike seguirían pedaleando y hablando, pero sin duda ni el grupo, ni mucho menos el foro serían lo mismo.

A pesar de pasarme prácticamente todo el día, por motivos laborales, delante de un ordenador. A pesar de manejar muchas herramientas informáticas, tener y administrar un blog, que es el vuestro, a pesar de todo esto me he tenido que informar en que demonios es eso de banear y es que me había enterado que habían baneado a Lorenzo. En principio creí que se trataba de una de las habituales ocurrencias de este nuestro protagonista, en que seguro Marisa y tal vez Pablo tenían algo que ver. Pero resultó que no, varios mensajes posteriores en el foro de los cañasbike advertían que aquel baneo debía tratarse de otra cosa.

Según la Wikipedia en la jerga informática, se llama ban a una restricción; ya sea total, parcial, temporal o permanente, de un usuario dentro de un sistema, generalmente una red. A partir de ahí, la deducción fue sencilla, han prohibido a Loren.

Imaginad cualquiera de vosotros, habituales del foro, que os lo leéis todo (bueno menos Gui) que alguien, en este caso un moderador, os cierre las puertas en las narices como así le han hecho a Lorenzo y además, todo sea dicho de paso, te insulte soezmente, ¿como os sentirías? Indignado es poco. Cabreado seguro ¿Qué ha podido hacer Lorenzo para recibir semejante trato? ¿Ha vilipendiado a alguien? Sabéis que no ¿Ofendido, tal vez? No ¿Le ha faltado al respeto? No. Entonces a que viene que nos prohíban disfrutar de sus comentarios y ocurrencias. La única explicación que él mismo encuentra, en esto de dar explicación a lo inexplicable, es que un día se le ocurrió decir que iba a crear un foro para él, ya sabéis un foro donde el pudiese despacharse a gusto, sobre todo con los de las ruedas gordas, que desde que se agenció una flaca no parábamos de meternos con él. Con bromas como estas nos encontrabamos de vez en cuando en el foro, y lograban sacar una sonrisa de cada uno de nosotros. De hecho, muchas veces incluso le hemos mandado cariñosamente allí, o sea a su foro. Pero ese foro que prometía abrir no llega a crearse, entre otras cosas porqué Lorenzo no sabe como hacer esas cosas. Necesitó

ayuda y quien si no iba a brindársela, pues claro, su vecino del alma y así abrió un hilo que también han baneado, aún así en el Google puse Foro del Loren MTB y me ha salido esto:

HOLA ABRO ESTE TEMA :aplauso3PARA HACER MIS COMENTARIOS SOBRE MIS SALIDAS,Y NO TENER QUE AGUANTAR A LOS RUEDAS GORDAS CON BICICLETA DE CAMPO,IMPERTINENTES ...

Este y no otro ha sido el motivo del baneo. Sabiendo quien lo ha escrito y después de su lectura a mi no me arranca otra cosa que no sea una sonrisa. Pero puedo entender que alguien malinterpreten sus palabras, o mejor dicho, que sus palabras se malinterpretan por sí solas. Pero de cualquier modo creo que no es para sacar los pies del tiesto de este modo.

Lorenzo ha recibido un mensaje en que literalmente le dicen: Te he sacado del foro durante 15 días por ………(omito el insulto).

Entiendo que las normas de un foro son necesarias, y más en un foro tan complejo y amplio como el nuestro. Necesarias son igualmente las figuras del administrador y moderador. El punto sexto de las normas del foro mtb dice textualmente:

6 Los moderadores están aquí para mantener el correcto funcionamiento del foro. Si un mensaje tuyo es borrado, editado o cerrado no abras otro para pedir explicaciones. Se borrarán automáticamente los mensajes o hilos abiertos por este motivo. No se moderan mensajes sin ninguna razón, la explicación está en estas normas. No se permitirá el cuestionamiento público de estas normas. Si alguien tiene algún problema o sugerencia al respecto, se enviará un mp al moderador o un mail al Administrador. Gustosamente les responderán con los motivos del cierre, borrado o edición del mensaje. No contestarán a dudas de este tipo por otro medio que no sea ese.

Yo no voy a discutir las normas, me voy a limitar a seguirlas, entre otras cosas por lo expresado en el propio punto 6º “No se permitirá el cuestionamiento público de las normas” Si alguien tiene algún problema o sugerencia al respecto, se enviará un mp al moderador o un mail al Administrador. Si entráis en foro como lo hacéis habitualmente, justo en la ultima barra, abajo del todo, encontraréis un apartado que pone contáctenos, pinchad en él y se abrirá la posibilidad de enviar un mensaje a los administradores del foro.

El resto es bien sencillo, yo les he remitido el siguiente mensaje: Recientemente he tenido conocimiento que se ha baneado a un forero denominado “LOREN-“, huelga decir que este Loren es amigo mío y dado conozco su buen carácter, educación y sobre todo sentido del humor, no puedo entender que se haya procedido a su baneo, salvo que el mismo haya sido a causa de algún error o confusión. Por tal motivo les ruego restablezcan al forero descrito a su posición anterior antes de ser baneado el mismo.

Sin otro particular y agradeciendo su atención de antemano, reciba un cordial saludo.

A ver si se nota esa gran familia cañasbike.

miércoles, 23 de marzo de 2011

V DESAFÍO BTT SIERRA DE AZNALCOLLAR 19-03-2011

Aznalcollar fue un maratón al que nos acoplamos tres cañas casi por casualidad en el 2010. Los tres repetimos ruta este año. En la furgoneta, ya de vuelta, Checu me dijo muy serio que le había resultado menos dura que la anterior, Dani no opinaba igual, yo le contesté que la carrera había sido tanto o más dura que en el 2010, los que habíamos cambiado éramos nosotros, nuestras burras y nuestro entrenamiento, no en vano, el Capi, Jesus Barón, cuando entró en meta, dijo con una sonrisa de oreja a oreja, ¡No ha sido tan dura, de verdad que me esperaba haber sufrido más! Y es que de algo han servido las palizas que prácticamente nos metimos todos los fines de semana anteriores, subiendo y bajando las cuestas más jodidas de nuestra provincia. A resueltas de todo esto, a los Cañasbike no les asusta prácticamente nada.

De cualquier modo, en honor a la verdad, es cierto que el año pasado hubo más bajadas y zonas técnicas, me hubiera gustado presentarle a Gui alguna trianera del 2010, pero aún así, en general, me ha gustado más el trazado de este año.

Nos repartimos en VV en dos coches, en la furgo de Manu además de él, ibamos Dani, Chechu, Rafa y yo. En el coche de Gui, no se como, pero entraron Jesus, Vicentini y Modesto, además de sus respectivas bicicletas. El camino hacia Sevilla fue muy ameno, entre otras cosas porque la luna estaba aquella mañana especialmente cerca de la tierra, ya sabéis el asunto de la mareas, pues eso, que la luna llena con ese tono anaranjado poniéndose por el horizonte, de esa manera tan cercana, fue todo un espectáculo visual.

En el coche de Gui no se lo que demonios pasaría, pero cuando llegamos al pueblo Lagarto bajó del coche nombrando el diminutivo de Angel Luis, pero con el tono de…¡yo que se!..., sonaba algo así como un ave rapaz graznando, Whiiiiiiiiiii, Whiiiiiiiiiiiii. Al final resultó tan simpático el grito de guerra, que durante todo el día cada vez que alguien veía a Gui, pues se ponía a graznar de este modo: Whiiiiiiiiiii, Whiiiiiiiiiiiii.

Demorar la salida para poner nervioso al personal, parece que se va a convertir en una característica de Aznalcollar y es que ese año nos volvieron a tener en el cajón de salida cerca de media hora. Imaginaros el plan, el Jefe ni abría la boca, Dani llegó a ponerse en 130 de pulsaciones sin mover más que la mandíbula, el Niño Rojo se adelantó para salir en cabeza y al final tuvo que esperar allí los minutos sólo, el Rubio aprovechó para hacer estiramientos, Gui hacía equilibrios encima de la bici sin moverse y el resto nos mirábamos unos a otros con caras de poker.

Justo cuando la gente comenzó a silbar a modo de queja sonó el pitido de salida y se descargó la enorme dosis de adrenalina que todos llevábamos dentro. Todo dios salió disparado y antes de darme cuenta ya habíamos abandonado las calles del pueblo, para meternos en un descenso por la carretera del El Álamo. A mí estas salidas mogollónicas me dan un poco de “yuyo”, la gente está muy nerviosa y los adelantamientos tienen mucho de peligroso, así que sin ir lento, me lo tomé con más calma que la mayoría de mis colegas beteteros, me los imaginaba a todos en cabeza echando la misma hiel.

Justo cuando nos desviamos para tomar el Cerro del Aguila, me encuentro con Gui y Vicentini y con ellos un par de repechos que recordaba del año pasado y que ya obligaban a muchos a bajarse de la bicis. A partir de ahí hicimos juntos todo el camino que nos quedaba por delante. Al principio hubo un par de tramos en los que me costaba seguir la rueda de mis colegas, se lo achacaba al “compact”, los dos platos con que viene montada mi 29er, los veía a ellos moverse con enorme facilidad cuando bajaban al tercer plato y yo atrancado, pero para arriba a fin de cuentas. En una cuesta uno que iba más adelantado pegó u grito tal que así: ¡Luiiiiiiis! Pero nosotros y en especial Gui, habíamos escuchado ¡Whiiiiiiiiiiiiiii!. ¿Quién anda por ahí? Preguntó Gui. En realidad se trataba de un Luis que precisamente iba justo detrás del nuestro, pero bueno tuvo su gracia, allí en medio de la carrera escuchar ese grito, nos trajo a la memoria a Modesto y al resto de compañeros que iban por delante.

En un momento determinado nos topamos con Paco, el Matamulos de los Figuras, iba a buen ritmo pero sin esforzar pues decía que no quería pasarse de pulsaciones. Intermitentemente rodamos con él durante unos cuantos kilómetros, hasta que en un cortafuegos, de mil demonios, que la mayoría hizo andando, él lo subió sin problemas y se nos despistó para el resto de la carrera. Huelga decir que Gui lo subió también, yo ni lo intenté.

Venga toboganes, y venga sube y bajas, menudo rompepiernas, los grupos comenzaban ahora estirarse, luego un par de puertos, uno de ellos bastante largo, 5,5 km., aunque en este, el firme estaba mejor que el año pasado.

En este tipo de puertos, con un desnivel medio del 5% me sentía como pez en el agua, me resultaba sencillo tirar del grupo, notaba el menor peso de la bici, su mayor rigidez, y también el mayor diámetro de las ruedas. Primer avituallamiento, agua, aquarius, plátanos y naranjas, nada de geles milagrosos ni barritas como en la Palma, pero eso si, unos niños, niñas y una gente encantadora todo amabilidad, algo francamente destacable y después, más rompepiernas y mas toboganes.

Subimos a un nuevo puerto que dicen de las Cañadas, donde volvemos a reponer agua y nos pican los dorsales, un cartel indica a la izquierda la ruta corta y a la derecha la larga, entramos ahora en un pequeño tramo en el que la carrera se convierte en doble sentido, aunque que de frente no vemos ni a Dios. De vez en cuando nos acordamos de Capillita, en especial Gui, y es que este Angel Luis es todo un caballero en los carriles, lo que no quiere decir que no lo sea fuera de ellos, pero cierto, es un excelente compañero y si no que se lo digan a Vicentini que cuando comenzó a sentir molestias, allí estaba Gui, que no se separó ni un momento de él, y siempre le puso la rueda y los ánimos para que continuara al buen ritmo que le estaba marcando.

Luego nos metimos en una bajada kilométrica, en la que no se veía ni un alma alrededor. Tal fue así, que en un momento determinado Vicente y yo llegamos a replantearnos si no nos habríamos despistado en alguna señal. Minoramos el ritmo, comentamos el hecho, hasta que tras de mí escucho: ¡Qué voy!¡Por tu izquierda!, y ¡zummmm! Dos tipos que nos rebasan, nunca mejor dicho, zumbando.

_Qué pasa Charlie _ me comenta Gui con esa sonrisa de niño malo que pone mejor que nadie_ Esos tres también van perdidos ¿No?

_Ja, ja, ja, _que bueno, el humor que no falte.

Volvemos a subir un puerto de los largos, este se le hace especialmente pesado a Vicentini. Nos detenemos a esperarlo y en menos de un minuto aparece sonriendo. En el cuarto avituallamiento aprovechamos para engrasar de nuevo las cadenas y para que Vicente no sólo repusiera fuerzas, aprovechó para echarse un poco de reflex en las piernas acalambradas, yo profilácticamente también. Aparece una fémina resoplando y la gente del avituallamiento, la mayoría mujeres, le hacen gran fiesta.

Para cuando salimos me distancio unos metros y aprovecho para hacerle unas fotos a los colegas. Metemos desarrollo y poco a poco, casi sin darme cuenta me voy distanciando de los compis, en una bajada pedregosa de un cortafuegos veo al frente un grupo de unos cinco bikers que rodaban en cierto modo agrupados, los pillo rápido y veo que entre ellos iba la chica de antes.

_¿Qué estás haciendo la ruta Larga? Le pregunto al tiempo que contemplo un rostro que reflejaba el esfuerzo que estaba realizando.

_ Si _ me contesta escuetamente.

_ Pues ánimo_ le digo_ ya estamos ahí, sólo quedan unos diez kilómetros.

Como quiera que la 29er se me estaba embalando, me volví a distanciar, esta vez de este grupito. Viendo que detrás no se advertían ni a Gui ni a Vicente, pues estuve así rodando durante unos kilómetros en solitario y cada vez distanciándome más, hasta que me dije a mi mismo. ¿Ahora vas a correr para ti? ¡De eso nada! ¡Nos propusimos hacer la ruta juntos y juntos entraremos en meta! Detuve la marcha y al cabo de un rato me adelantó el grupito sin decir ni pío, en el contiuaba la chica, que resultó ser una tal Maria luisa, que al apostre entreraría en meta dos minutos antes que nosotros, clasificandose como la primera de la categoría femenina. ¡¡Ole por Maria Luisa, Master 40!. El grupo en el que iba se me quedó miranado con caras como preguntándose ¿De que vas tío? Antes de lo que esperaba aparecen los dos colegas y Vicente me echa la bronca por no haber tirado en solitario, le contesto como ya os he explicado y un tanto avergonzado por haberme distanciado tanto. Salimos a la carretera y comenzamos a subir en dirección Aznalcollar.

En la carretera vamos a buen ritmo e incluso rebasamos a beteteros que iban en parejas o en solitario. Me centro en un par de ellos que llevaba delante, y paso una señal de desvío sin prestarle atención, pillo a uno y le comentó al biker si este era el camino correcto, Gui se da cuenta y me llama para que regrese. La carrera continuaba por una trialera similar al cauce de un arroyo seco, pero sin piedras. Era una subida de esas que hubiera completado sin problemas, pero con el tercer plato y un piñón de 32 o 34. A pesar de no llevarlo, intenté subir, puse la cadencia que me permite mi “compact” y comencé a pedalear tras Gui, al poco sentí los cruadriceps de una manera brutal, así que no quise tentar a la suerte, me resigné a subir por allí empujando la burra, que era lo que, por cierto estaba haciendo la mayoría. Esperamos a que apareciera Vicente para bajar juntos por un tramo técnico bastante divertido, delante se nos cruzó una moto con dos niñatos haciendo el cabra, pero nuestras burras se manejaban mejor por allí. En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos en el pueblo, y dentro de él tuvimos que hacer una última cuesta. Entramos los tres en meta juntos, aunque allí no había nada más que dos de la organización tomando los tiempos.

En la carpa divisamos de inmediato a Dani, que desde lejos nos hacía todo tipo de aspavientos. Nos fuimos hacia ellos Gui hizo una de la suyas, y frente a Dani clavó el freno delantero, la bici se levantó tanto de atrás que terminó llevándose un buen golpe en las meninges con el sillín. Luego fueron apareciendo el resto, y vinieron los consiguientes abrazos y felicitaciones.

Santos había llegado el primero, aunque cuente para otro sitio, no deja de ser de los nuestros. Hizo la carrera casi sin despeinarse. Ni calambres, ni malas sensaciones, ni nada de nada, más bien todo lo contrario y en progresión aritmética. Como quiera que en la carrera unificaron la categoría Elite con la Sub23, al final quedó el 9º de su categoría, el 2º de los Sub 23 y el 51 de la General con un tiempo de 3:35:09 a 34 minutos del ganador de la carrera. Con lo apretadito que se nos está quedando, le dije a Manu que si el Pichurrín , no le parecía un Geyperman bajito. Evidentemente coincidió en la apreciación, por lo que a todos los sobrenombres que ya tiene Santitos, ahora le podemos añadir este otro de Geyperman bajito. A mi personalmente me gustaban más los madelman, esto,s todos eran bajitos y más canijos, así que, al Chechu no le pegan.

Poco después entró Dani, había corrido gran parte de la carrera junto a Modesto, hasta que a pocos kilómetros de meta, este no pudo aguantarle la rueda. Aún así la clasificación sólo los separó un par de minutos. Ahora están recogiendo los frutos de la pretemporada que se han pegado estos dos. Puesto 38 y 45 respectivamente en su categoría Master 30. Dani entró 7 minutos después que Chechu y Modesto 2.37 minutos después; en la general ocuparon las posiciones respectivas de 74 y 87. A continuación entraron los Master 40 Rafa y Rumanu. El primero nos tienes acostumbrados a acalambrarse en las salidas largas, entre otras cosas porque sube como nadie, así que el último cuarto de la carrera lo pasó francamente mal, tuvo que realizar verdaderos esfuerzos para adelantar incluso a la gente que estaba haciendo la ruta corta, aún así llegó a meta con un excelente tiempo 4:03:01, 127º de la general y 31 de su categoría. Si en Rafa los calambres son habituales en el Rubio algo así sería inédito. Precisamente en la víspera estuvimos hablando por teléfono, de estas cosas y Manu comentaba como los calambres eran unos compañeros totalmente desconocidos, yo le alababa su suerte. Pero lamentablemente, para casi todo hay una primera vez y al igual que le sucediera a Rafa allí aparecieron, aunque fuera de forma inédita, los calambres. Cuando llegó a la meta, le costo la misma vida bajarse de la bici. De cualquier modo eso no le impidió llegar a meta a poco más de dos minutos de Rafa, puesto 134º de la general y 33 de la su categoría.

Casi una hora después de que el Pichurrin entrara en meta, nosotros, Vicente, Angel Luis, y yo, paramos el cronómetro en 4:37:50, puestos 173 a 175 de la general.

Quedaba todavía por entrar en meta Jesus. Nos preguntamos el que hacer, si esperarlo para ir juntos a las duchas o quedarnos y hacerle la ola entrando en meta. Al final optamos por esto último. No se cómo, pero Modesto y Dani aparecieron con unas cervezas y un par de latas de refresco. Llamé por teléfono a Jesus para ver como le iba y por donde andaba pero nada, no daba señales de vida. Mientras tanto, nos empleamos en realizar estiramientos y en animar a los que a meta iban llegando.

Con un tiempo justo de 5:00 Jesus entró en meta bajo los gritos y el espectáculo que le pudimos montar. Lo primero que dijo al bajarse de la burra, ya lo conté al principio. ¡Pues no ha sido tan dura! y es que Capillita ya sabe plantearse las carreras y tiene muy claros sus objetivos. Este maratón lo diseñó a su rollo, sin sufrir más de lo necesario y al parecer, según sus comentarios, lo logró.

De ahí nos fuimos a darnos una ducha de agua fría y después dimos cuenta de la buena comida que nos había preparado la Asociación de Mujeres de Aznallcollar. Todo un plato de buenos garbanzos y otro de filetitos. ¡Que bueno!

Luego vinieron la entrega de trofeos y el sorteo de regalos. En el primero nos llevamos una decepción cuando no vimos subir a Chechu al cajón, por eso de la unificación de categorías. En el sorteo sucedió un detalle curioso, a Matamulo resultó que le toco algo, pero como había perdido el dorsal, el tipo del micrófono le dijo que no le podía entregar el regalo. No fue grosero, pero tampoco fue simpático. Cuando quedaban sólo dos regalos por sortear a uno le tocó un juego de cubiertas y viendo que no enseñaba dorsal alguna, aunque eso sí, era conocido del maestro de ceremonias, Vicentini se puso de pie y a gritos logró llamar la atención de todo el auditorio.

_¡Eh, eh! ¡Que pasa aquí hombre! ¿Y el dorsal de ese?_ preguntó al del micrófono al tiempo que señalaba al de las cubiertas que muy contento regresaba a su asiento. Este resultó que tampoco llevaba el dorsal encima, así que imaginaros el apuro en que se vio metida la organización.

_¡Bueno! Pues si no tiene el dorsal ¿Qué pasa con el regalo de este señor?_ dijo señalando a Matamulo, quien supongo estaba alucinando con la decisión y el aplomo con que Vicentini se estaba enfrentando a la organización. Al final, a esta, no le quedó más remedio que reconocer que se habían equivocado con Paco, por lo que no les quedó más remedio que obsequiarlo con un kit para convertir las ruedas a tubeless. ¡Ole por Matamulo! Y ¡Ole! Por Vicentini ¡Qué arte pisha!

La cosa no acabó allí, el regalo estrella del sorteo era un garmin gps, hubo que sacar varios números de la bolas, pues muchos participantes ya se habían ido, al final le toco a Perico Ygleias. ¡Qué final más bueno!

Un recuerdo especial para todos los Figuras, que participaron en la carrera, además de los ya nombrados Perico y, Matamulo, Carlos, el Tocayo Andres que fue 5º de su categoría Master 5º, el otro Andres conocido como el abuelo, que hizo la carrera pendiente de una pronta operación de menisco y su hijo que tuvo que retirarse casi al final por los calambres, y especialmente Gregorio que con los 50 años que cumple en el 2011 se coló en meta incluso por encima de Santos logrando el tercer puesto de su categoría y en consecuencia subiéndose al cajón. ¡Ole por nuestros buenos amigos barbateños!

Whiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, whiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

FOTOS:

http://img15.imageshack.us/slideshow/webplayer.php?id=dsc8875.jpg

Mis fotos:

http://img864.imageshack.us/slideshow/webplayer.php?id=imgp0910b.jpg

Por curiosidad , por si queréis echarle un vistazo. Pagina sobre los Geyperman:

http://www.cyberespai.com/geyperman/principal.htm

Y esta de los madelman:

http://www.alacarga.com/contenidos/madelman/

miércoles, 16 de marzo de 2011

Domingo 13 de marzo 2011. Intento fallido de subida a las antenas por Sierra Luna.

La intención era subir el Tajo de las Escobas hasta las mismas antenas, por Sierra Luna. Una enorme cuesta de un montón de kilómetros que hasta ahora sólo habíamos descendido.

Hacia un día muy feo, en V.V. poca gente, Rafa, Rumanu, Olvik, Capillita y yo. El Pichurrin tenía previsto venir, pero la novia lo llamó al orden y no tuvo más remedio que quedarse para dar pedales en el rodillo.

Total que con un cielo encapotado barruntando de todo, nos fuimos para Facinas. Todo el camino chispeando, pero aún así no perdimos las ganas de darle a los pedales, sobre todo yo, pues si ayer había probado la 29er, hoy le tocaba pasar la prueba de fuego para ver si hacía Aznalcollar con mi vieja Occam o me atrevía con la nueva Cannondale. La decisión no es sencilla, pues el cambio de pasar de una btt doble semiendurera como la mía a una rígida, de 29 pulgadas, tiene algo de radical y no es un cambio baladí.

A diferencia de otras veces, esta no dejamos el coche en Facinas, si no en la misma base del camino, por lo que sin ni tan siquiera haber calentado ni las piernas, nos dimos de bruces con la fuerte subida de la calzada romana, tan rota y tan pedregosa como siempre, por no decir más. Rafa y Rumanu se distanciaron de inmediato, en realidad es lo que estuvieron haciendo durante toda la ruta.

En la calzada la 29er se portó de miedo, absorbió con enorme facilidad las piedras y mantener el equilibrio resultó tarea más sencilla de lo habitual. De momento los dos platos se mostraron suficientes, no eché en falta el molinillo, pero sólo de momento, habría que verse en cuestas como estas pero más largas, donde el molinillo viene muy bien, aunque sólo sea para descansar.

Luego vino un pequeño descenso ligeramente empedrado y en el que no acabé de sentirme cómodo, intento poner la misma posición que en la 26” y no se, algo no iba bien. Esa sensación no la había tenido el día anterior por las cuestas de las cañadas y no es para menos, allí el firme de los carriles no es que sea perfecto, pero por regla general está bien compactado.

Bueno tocaba ahora subir por el ancho carril de albero del Parque Natural. Sin problemas, aquí la 29er seguía moviéndose a la mil maravillas, también algo lógico pues si comparamos la diferencia de peso entre mi doble y esta, la diferencia oscila entre los 2 y 3 kg, ahí es nada, eso tiene que notarse con independencia del tamaño de las ruedas o que sea doble o rígida. Me mantengo pedaleando a la estela de Rafa y Manu sin el sobreesfuerzo añadido que hubiera inferido en la doble. ¡Qué bien te veo!- me decía de vez en cuando Rafa ¡Ya sabes que eres mi ídolo! Yo me limitaba a sonreír y a disfrutar del momento, pues tal vez mucho de lo a gusto que estaba rodando, tenía que ver con el estreno propiamente dicho, adviértase, que con cualquier bicicleta por el mero hecho de ser nueva, uno se siente que va mejor.

En un momento determinado cambié de plato y la cadena se salió, algo similar me había sucedido el sábado, así que me detuve, no sólo a ponerla si no a ajustar la tensión para que no se volviera a reproducir el error. Manu y Rafa ni se percataron y para cuando aparecieron Olvik y Capi, les dije que siguieran, que ya los pillaría.

Cuando vi que aquello estaba solucionado mantuve un ritmo constante, supongo que ellos algo bajaron el ritmo para esperarme, sobre todo los de cabeza, pero aún así cuando los pillé, volví a tener la sensación de que con la doble, aquel calentón me hubiera pasado el doble de factura.

Poco después nos desviamos hacia la trialera que habitualmente trepamos y descendemos cada vez que vamos a la zona. Como quiera que Manolo y Jesus, se había quedado un tanto descolgados me quedé a esperarlos y mientras, Manu y Rafa se fueron para arriba con intención de volver a bajarla y hacer el camino dos veces, de hecho hicieron uno y medio.

La trialera, hoy estaba especialmente complicada, tenía un par de zonas con agua, algo de barro y piedras mojadas, aún así volví a comprobar el magnifico rendimiento de la 29er subiendo por sitios complicados, es cierto que en algún momento eché en falta el molinillo, pero tal vez sea más una cuestión psicológica que una necesidad real, habrá que probarlo en otro tipo de cuestas, tipo la romana o de los valientes de Vejer. Aunque conozco a muchos que suben por allí con el plato mediano desde el comienzo.

Llegamos a los molinos, tocaba ahora descender hasta el área recreativa del Bujeo. Al principio me lancé como si nada, pero cuando aquello empezó a complicarse con las piedras, me empecé a agobiar. ¡Joé! si no estaba absorbiendo nada. Acostumbrado como estaba a mi horquilla fox, aquello parecía una piedra. Me fui quedando atrás y Olvik que se dio inmediata cuenta, me advirtió que efectivamente llevaba muy dura la horquilla.

_¡No si se nota!_ me dijo Manolo cuando llegamos abajo_ Mira la mía.

Intercambiamos las bicis y efectivamente yo comprobé que la Lefty de Olvik respondía de maravilla, mientras la mía, según él, debía andar por una presión de 150 psi. No se equivocó mucho cuando llegué a casa lo comprobé y estaba en 147.

Al rellenar en la fuente los bidones comenté con Manu lo que me sucedía con la presión y me dijo de vaciarla un poco, pero Olvik me lo desaconsejo, así que continué con la misma rigidez, así me evitaba bloquearla en los ascensos. Antes de darnos cuenta precisamente Olvik ya había salido disparado hacia arriba, poco después los cuatro salimos a su encuentro por el camino que sube hacia las Corzas.

_Oye, esto no me suena nada_ le dije a Manu cuando aún no llevamos ni 200 mts de pedaleo.

_Pues Olvik ha tirado para arriba y el lleva un Garmin.

_Bueno pues será, pero quillo, a mi me da que el desvío para subir por Sierra Luna está al principio.

Por uno u otro motivo continuamos ascendiendo por las Corzas. Rafa empezó a pedalear más fuerte y rápido le perdimos de vista. De cualquier modo yo seguía mosqueado y no creí que el camino continuara por allí.

_ ¡Manu que no tio! Que por aquí no es. Vamos a darnos la vuelta.

_ A mi tampoco me suena_ dijo jesus.

_ Además seguro que Olvik ha cogido el desvío y no está subiendo por aquí_ así que me puse a llamar al adelantado_ Rafa, Rafa_ grité una y otra vez, pero Rafa no dio señales, así que aceleré y me fui a su encuentro

_ Rafa vamos a darnos la vuelta que por aquí no es_ le dije cuando lo tuve a la vista.

_Pues Olvik, que va ahí delante, dice que es por aquí_ Me contestó el zapatero.

_¡Joé! Pues será_ así que los gritos se reprodujeron ahora a la inversa_ Manu, Capi, que al parecer si es por aquí. A esto apareció Manolo.

_ Carlos, que si hombre _dijo Olvik_ ¿No te acuerdas del descenso?

_ Claro que me acuerdo pero por mi madre, tan mal tengo la memoria, por aquí no hemos bajado.

_¿Por qué no lo miras en el GPS?

_Porque no es tan sencillo, además estoy convencido de haber bajado por aquí. Que si hombre, que yo todas estas cuestas me las conozco perfectamente.

Confié en que el sentido de la orientación y la memoria de Olvik eran mejores que los míos, así que continuamos bajo su criterio ascendiendo.

_Pues si es por aquí todavía nos queda mogollón_ sentencie_ y yo tengo que estar en casa temprano, tengo que ver la cabalgata si o si.

_Olvídate de la cabalgata_ me advirtió el Rubio_ ¿No has visto la hora que es?

En este plan de incertidumbre, continuamos el ascenso, en un momento dado a Olvik le perdimos la pista. Se había descolgado. A estas alturas también Manolo tenía la mosca tras la oreja, así que se detuvo a ver si podía recuperar el track del otro día. No lo consiguió. Comenzó luego a chispear, al mismo tiempo se levantó un viento bastante frío. El día se estaba poniendo feo de verdad.

Como era de esperar llegamos a la cima de las Corzas y no contentos con ello, buscando el supuesto desvío hacia Sierra Luna, hicimos unos cuantos kilómetros de descenso. Cuando Manolo se convenció de que por allí no íbamos bien, nos detuvimos.

_Vamos a seguir _ dijo Manu_ y nos vamos del tirón para los coches.

_Por donde sea más corto _ dijo Capi_ que hoy decía estar un poco desentrenado y había sentido las piernas más de lo que le hubiera gustado.

_ Si continuamos vamos a dar un vueltazo enorme _ dijo Olvik_ es más corto deshacer el camino.

Así que eso hicimos, nos dimos la vuelta, por lo que ahora tocó descender hasta el área recreativa. Yo iba junto a Olvik que a cada camino o desviación que veía a su derecha se preguntaba ¿Será por ahí?

Llegamos al área recreativa para subir luego hasta los molinos de la base del Tajo de las Escobas. El primer tramo lo subimos más o menos juntos, y el segundo Rafa y Rumanu lo subieron a lo bestia, según el Rubio, nunca había subido tan rápido la ultima cuesta. Yo me quedé en tierra de nadie pedaleando sólo. Cuando llegué arriba tuve dudas si descender por el carril o acortar por donde habíamos subido, véase por la trialera. Lo lógico era pillar por esta última, así que eso hice. Vamos a ver como se porta la 29er en un descenso complicado, me dije a mí mismo. Pero como ya he dicho, los “putos psi” de la horquilla no eran los correctos así que cada vez que me encontraba con un obstáculo quien absorbía el golpe eran mis brazos y no la bici.

Para colmo de males no acababa de encontrar la postura correcta en la bici, intenté poner la misma que en mi Occam y que va. No me caí, porqué caerse de una 29er, me he dado cuenta, es difícil. Se ve que tiene que ver con el punto de equilibrio que está aquí más logrado. Cosas de la física. Pero desde luego no disfruté ni lo más mínimo de la trialera, mientras que la ultima vez que pasé por allí con mi doble, hacia tan sólo tres semanas, me recreé como un enano y si no que lo diga Dani que venía aquella vez tras de mí. Confió en que con una presión correcta y tal vez con un manillar de doble altura la cosa cambie.

Luego hice unos kilómetros en solitario hasta pillar a los de cabeza que iban pedaleando muy despacio. En un descenso Rafa cogió velocidad, y Manu me dijo eso de ¡Vamos!, pero, por lo reiterado, no me sentía a gusto, así que le dije que se adelantara solo. Al subir nos volvimos a reagrupar y mantuvimos un ritmo flojo continuamos así durante otros tantos kilómetros hasta que aparecieron los rezagados.

En la carretera me puse a tirar en plan de cachondeo del grupo, para cuando nos dimos cuenta habíamos vuelto a perder de vista a Olvik y Capillita, cogimos el desvío hacia la calzada romana y nos relajamos en el pedaleo e incluso sacamos algunas fotos, pero los de atrás no daban aparecido.

En la calzada se volvieron a reproducir lo problemas derivados de la presión, pero ahora multiplicados, pues el descenso es de pura piedra y a poco que se embalara la bici, así se reproducía en forma de tembleque. Cuando llegué abajo parecía como, si tal cual, hubiera estado manejando uno de esos enorme martillos neumáticos que utilizan los albañiles.

Poco después llegamos a los coches. Al cabo de un rato llegó Olvik. Mientras nos cambiábamos cariñosamente le recordé lo de su cabezonería buscando Sierra Luna. El se limitó a sonreír.

_¿Y Capi?

_ Pues iba delante mía _ dijo Manolo_ pero se pasó el cruce y siguió por la carretera. Menudo vueltazo se va dar.

_ Vueltazo, ese se nos pierde.

_ Anda Manu, llámalo a ver por donde va.

Pero el Rubio no dio encontrado el número de Jesus. Al final fui yo quien le pegué un toque. Imaginaros las caras que se nos quedaron al escuchar el politono del capillita en el maletero de Olvik.

_¡Será mamón! _ esto lo podría haber dicho cualquiera de nosotros_ Mira que dejarse el móvil en el coche_ Y ahora ¿Qué hacemos?

_ Pero…habéis visto la hora que es.

_ Pues nos metemos lo antes posible en el coche y salimos disparados a buscarlo, que este cuanto más tiempo pase mas se nos pierde.

Así que eso hicimos. Nos despedimos de Olvik y en un santiamén ya estábamos en la carretera en busca del Capullito. Pero por muchos kilómetros que hiciéramos nada, ni rastro. Al fondo parecía verse uno ciclistas, Manu apretó el acelerador, pero que va, no era el, en realidad eran cuatro “guiris” en bicicleta. Nos pusimos a su vera y le preguntamos por el perdido, pero que va. No se habían cruzado con nadie. Llegamos al cruce de la calzada romana y Manu que ya estaba comenzando a desesperarse por la hora, se metió en el carril.

_Pero a donde vas por ahí, da la vuelta que te vas a cargar el coche.

_¿Qué hacemos entonces?

_ Lo primero llamar a Olvik para que se quede donde está por si aparece el Capi. Mientras, nosotros regresamos al punto de partida y si allí no está pues tiramos para Facinas.

_ ¡Que va! vamos a continuar por la carretera más arriba _dijo Manu_ no vaya a ser que haya regresado hasta el cortijo.

Total que mientras yo intentaba hablar con Olvik, que no me cogía el teléfono pues seguro que ya estaba conduciendo, Rumanu maniobró para continuar por la carretera devuelta al Parque Natural.

Convencidos de que por allí no estaba, dimos la vuelta para deshacer el camino. La cobertura se perdía a cada momento, por lo que, aunque lo intentara resultó imposible contactar con Olvik.

_¡Ring, Ring…!¡Joder mi mujer! _dijo el Rubio a escuchar su politono. Pero nada más descolgar se perdió la cobertura. En realidad se perdía en cada curva. Sonaba el teléfono, uno o dos tonos y luego se cortaba.

_ ¡Oju! la que me va caer _ se lamentaba Rumanu.

_ ¡Quillo no será para tanto! _dijo desde atrás Rafa_ Se nos ha perdido uno y es cierto.

_ Es que siempre es lo mismo, que si uno pincha, que si otro se pierde, que si me estoy tomando una copita…Oju , oju…

_ Lo que no entiendo es como Olvik viendo que se desviaba no salió detrás de él para avisarlo.

_ Eso mismo digo yo.

_ Vaya con Olvik y con Capi, pues yo tengo que llegar a ver la cabalgata como sea, que mi hija sale en ella.

_Ring, ring,…_Otra vez el móvil de Manu_ Dime gorda. ¿Qué donde estoy?...Buscando al Capillita, que se nos ha perdido…Que ya tienes a los niños disfrazados…Claro…Claro…Bueno…Pues vete para la calle que no creo que tardemos mucho más….

A esto que llegando al cruce, que a la izquierda lleva a Facinas y a la derecha a la calzada romana, aparece Jesus. ¡De coña!

Ya os podéis imaginar las palabras que nos cruzamos. La verdad es que Jesus aguantó la tormenta que le calló encima sin decir ni pío. Cuando nos contó su historia no nos quedó más remedio que reírnos a carcajadas.

Ingenuamente no había visto el cruce, es más tampoco tenía claro que íbamos a regresar por donde habíamos llegado. Así que continuó por la sinuosa carretera hasta plantarse en la enorme recta que lleva al cruce. ¡Imposible! _ se dijo a sí mismo_ por mucha ventaja que me hayan sacado estos tíos en esta recta los vería sin problemas, además si Olvik venía tras de mí, estaría también a la vista. Así se hizo unos cuantos kilómetros de confusión, hasta que haciendo memoria decidió regresar para buscar ese cruce que lo debería llevar a la calzada romana. Al llegar se metió en el sin mucho convencimiento. Pensó en la cuatro barritas del “DIA” que llevaba a las espaldas y pensó ¡Bueno de hambre al menos no me muero! Vio también un coche abandonado y volvió a pensar. ¡Bueno si tengo que pasar la noche lo haré ahí! Esto lo pensó de coña, pero lo pensó a fin de cuentas y es que perdido como estaba ya estaba dándole extrañas vueltas a la chaveta. Luego se metió por un camino cuyo suelo dijo estar construido a base de azulejos partidos.

_¡Aonde vas por ahí! _le dijo el único paisano que se encontró por el camino.

_ ¡Gracias a Dios! Lo que quiero es llegar a Facinas _ exclamó Jesus feliz de encontrar a alguien.

_Pues por donde vas te vas a meter derechito en la Sierra.

El lugareño le indicó correctamente, así que llegó a la calzada, la bajó, cruzó el río, pasó la cancela, subió la cuestecita, y ¡Ostias! Allí no estaba ni Dios, ni la furgo del Rubio, ni el coche de Olvik ni nadie. ¿Y ahora que coño hago?

No le quedaba otra, llegó a la carretera y siguió camino del pueblo, su intención era llegar a Facinas y allí localizar un teléfono por el cual llamar a su propio móvil y suponiendo que el mismo estaba con nosotros, confiar en que al escuchar la llamada contestáramos. Las cosas del Capi. Por fortuna no fue necesario, mientras en estas iba pensando se cruzó justo con nosotros en el cruce.

Ya en coche recuperados los ánimos y el aliento y cuando le contamos nuestras peripecias dijo tal cual:

-¡Qué Olvik me vio como seguía para delante y no me dijo nada! ¿Pero…. como puede ser? ¡Vamos… si eso me pasa a mi, me doy patadas en el culo hasta pillar a quien sea!

_Bueno tu sabes, hay que verse en la situación. Supongo que Olvik debió pensar en que pronto te darías cuenta.

_Pues no me di cuenta hasta que llegué a la recta y no veas, son unos cuantos kilómetros.

_Ja, ja, ja……, nos reímos todos a gusto ahora que íbamos de regreso y todavía con tiempo para cumplir los compresos familiares, incluidos los del Rubio.

Rumanu precisamente ahora estaba pisando el acelerador como nadie y eso que íbamos sin gasolina, a cada curva Jesus que es muy aprensivo en la carretera le iba diciendo cosas a Manu a fin de que aminorara la velocidad. En una de las curvas le apretó tanto la rodilla a Rafa que este no pudo menos que quejarse entre risas.

_ ¡Manu, que lo que vas a ganar son cinco minutos! …¡Manu que hoy es domingo y los picolos están al acecho_ dijo con tono comedido no se fuera a mosquear el piloto.

_Cierto Rubio que en esta carretera siempre hay muchos accidentes_ dije yo.

_Si tu arréglalo, para que se nos ponga más nervioso_ comentó Rafa.

_Ja, ja, ja,….

Y así todo el camino y de vez en cuando a Capillita le venía a la memoria Olvik y decía:

_¡Será posible el Olvik, mira que no avisarme!

Ja, ja. Ja,…….Que buen día echamos. Al final la tarde se encapotó de semejante modo que a las 16:00, hora prevista para la salida de la cabalgata estaba cayendo una tromba de padre y muy señor mío. Ni que decir tiene que se suspendió la misma.

Evidentemente esta crónica tiene su moraleja. Por si alguno no se ha dado cuenta, y eso que me he tomado muchas molestias en explicarlo, nunca te dejes el móvil en el coche.

Os dejo las fotos de ayer y de hoy:

WEB PLAYER:

http://img705.imageshack.us/slideshow/webplayer.php?id=imgp0881g.jpg