Libro de Visitas

domingo, 3 de octubre de 2010

Alpes Barbatenses



Mientras Juan (Litri), Don Francisco (Sainz), David (el Colegui) y Jose Luis (Jlpwin), Ruben (Churrokite) y su mujer Cristina, participaban en la IV cicloturista del Taraje organizada por nuestros amigos los Trivelobike de Puerto Real, un nutrido grupo de cañas habían atendido a la llamada de Danielovic para conocer nuevos caminos por los Alpes Barbateños.

Juan se limitó a calificar la ruta del Taraje con un sencillo “bien”. Efectivamente la ruta, como así habían advertido sus organizadores, transitó por fincas privadas, caminos inéditos para la mayoría de nosotros. Subieron las tinajas, bajaron por detrás y tras un sucesivo sube y baja salieron arriba de las Castellanas justo en la puerta donde el cartel indica "Castellanas". Después del avituallamiento sentido “Cortijo Guerra” en direccion al tentadero, pasaron por nuevos caminos privados para llegar a la entrada a “Miramundo”, donde estaba el segundo avituallamiento. Luego “Toboganes” y “Via Verde” hasta “Meadero de la Reina”


El poder de convocatoria de Danielovic es sin duda de los mejores, máxime si la ruta planeada lo es por la zona de Barbate que tan bien conoce. Para muchos la ruta discurrió por sitios y lugares totalmente nuevos y como no, espectaculares. Esta fue la peña que reunió Dani:

Como podéis comprobar, casi nada, cuatro gatos de esos que están empezando a dar pedales ¡Menudo grupito!


En V.V., sucedió lo de siempre, el Chechu que llega tarde, con el consiguiente cabreo generalizado, en especial de Rogelio, quien razonó del siguiente modo, ¡A ver!¿Cuantos habemos aquí? ¿Diez? Pues multiplicado por los minutos que llevamos esperándolo que son otros10, resulta que el niño mojón nos ha quitado cien minutos de sueño. Curioso cuanto menos. Ya en Barbate, los cañas se dieron cuenta que tampoco era para haber quedado tan temprano, media horita mas tarde hubiera sido lo suyo, pues cuando estában descargando las bicis, era de noche todavía. Por eso se lo tomaron con toda la tranquilidad del mundo, entre ellos Vicente que se puso a hacer de las suyas. Ivan con música cañera a todo trapo, Manu, dando vueltas en la bici del Dani, dos o tres tallas por encima de la suya, por lo que parecía un niño chico, en todos los sentidos. Makina haciendo caballitos con la Lapierre doble de la hermana de Ivan, y el resto vistiéndose con parsimonia, y viendo si se abrigaban o no, pues hacía algo de pelete y además el cielo barruntaba lluvia.

Amaneciendo se introdujeron en las Breñas, para hacer el habitual camino de calentamiento, para después desviarse hacia los molinos y comenzar las primeras cuestas y como quiera que en cabeza se rodaba a buen ritmo, a duras penas se lograba mantener el grupo compacto. Ya en Vejer, descenso de la calzada romana, tramo habitual de sensaciones fuertes. Hay que recordar que en tiempos romanos Vejer era conocida como Baesipo, un importante núcleo, del que dependería un puerto (Portus Baesippo) situado en el actual Barbate.

Mákina se lanzó el primero, por eso de hacer fotitos y le siguió Charlie, por los mismos motivos. Este último una vez rebasó a Jose Antonio, se enganchó la pierna izquierda en una enredadera de la que no se dio soltado, entre que iba tirando y encima de la bici, para cuando se soltó, salió disparado como por un tirachinas. Llegó al final lleno de arañazos y con la rueda de este modo:


La calzada romana, de calzada tiene bien poco, ni tan siquiera de camino, a lo sumo de sendero, con tramos muy estrechos rodeados de densa vegetación y luego las piedras redondeadas por el tiempo formando escalones. Ahí todos a excepción de Antonio disfrutaron bastante. El Rico se le vio apagado durante toda la jornada, tanto, que ni dijo estar hecho polvo, en la calzada no se complicó la vida, tramo embarazoso que veía, tramo que hizo caminando.

Cruzaron la nacional IV y se fueron hacía la Muela, cuestas algunas habituales y otras no tanto. Luego se pedaleo un tramo por una carretera secundaria para meterse después por un camino rodeado de sembrado. A algunos las señoras cuestas, que les estaba presentado Dani, les parecieron unas verdaderas hijas de mala madre. Una comenzaba por un bonito camino, al principio la inclinación era tolerable, tal vez por eso muchos se lanzaron al ataque, el primero el jefe de filas, Vicentini que había salido disparado tras Makina. Jose Antonio a quien los Rompecuestas le habían presentado a esta señora, sabía que en un momento determinado, la misma se plantaba en unos porcentajes de inclinación de infarto, por encima del 20 %, en consecuencia avisó, pero ni Vicentini ni Kike, que iban en cabeza, habían dosificado, así que cuando aquello se puso como se puso, no les quedó más remedio que bajarse. A su vera fueron llegando los rezagados, alguno resoplando como si la vida le fuera en ello. A Charlie Vicente le echó una manopla que sin duda el primero agradeció. Unos metros más arriba Mákina que no había bajado de plato en ningún momento, echaba fotos a los que iban llegando. Después una bajada hasta una fuente manantial donde los cañas se hicieron esta fotito:

Hubo poco tiempo para el respiro, un poco de rápido descenso, un cortijo en medio del monte, un montón de cabras y una cuesta adoquinada con una importante inclinación mantenida.

Luego cruzaron una zona complicada donde la mayoría prefirió no jugársela, Mákina lo intentó se cayó y no le pasó nada, como dijo Manu, el tío parecía tener muelles en las piernas, otros por mucho menos hubiera terminado en urgencias. Lo volvió a intentar y pasó sin problemas. Luego Lagartone, que estaba ese día especialmente inspirado, lo intentó y también a la segunda lo pasó. El tercero y último en sortear el obstáculo fue Vicentini, que lo pasó con la mayor naturalidad, a la primera. Charlie en un segundo obstáculo quiso emular a sus compañeros pero en la salida de la pequeña vaguada no salió derecho y al final acabó marcándose una pauloba de libro.

Después se metieron por campo atravieso, por lugares imposibles de ciclar y que Antonio había descubierto hacía más de una década. Hubo que saltar alguna valla y sortear algún que otro barranco, para plantarse después al comienzo de la cuesta que Dani bautizó como la de los pedrolos . La verdad se trataba de un camino que con lluvia se hubiera convertido en impracticable, pero como quiera que las lluvias todavía no habían hecho acto de presencia ahí se plantaron estos cañas. A subir cuestas, primero por camino, luego por sembrados y luego por un sitio totalmente imposible, porcentajes superiores al 20 % por un verdadero pasaje de cabras. Dani, Manu, Lagarto, Ivan y Chechu hicieron tramos encima de la burra, el resto prácticamente subieron el cuestón a patas. El recalcitrante Makina se negaba una y otra vez a que le ganara la montaña y una tras otra lo intentó.

Después tras sube y baja llegaron al poblado de la Muela en busca de una bonita y complicada bajada, junto a un molino medieval.

Descendieron después hasta la nacional, cogieron el desvío hacia Barbate y llegaron al comienzo de la cuesta de los Valientes, allí el Rico se despidió del grupo, el resto encaró las primeras cuestas con el desarrollo que merecía lo que se les avecinaba. Chechu iba gritando los porcentajes, 20%, 21%, así hasta un 25 %, casi nada. Jose Antonio subiendo con el plato mediano, otros echando en falta más desarrollo. Lagartone y Rumanu subiendo a las mil maravillas, Dani con las pulsaciones por las nubes pero en cabeza, Ivan y Kike sobrados sin problemas, sufriendo un poco más Chechu, Charlie, Vicente y Rogelio.

Otra vez en Vejer, tocó dar otro paseo por el pueblo para descender después y encontrarse con algún que otro conocido Figura, entre ellos el Caudillo para después coger por un precioso camino, más propio de Cazorla que de la costa gaditana, pero Cádiz es así de peculiar, así que subieron primero y bajaron después por un precioso camino rodeado de arboleda. Antes de darse cuenta ya estaban otra vez camino de las Breñas. Iban rodando al máximo desarrollo cuando Charlie rompió el cable del cambio, se quedó a piñón fijo y así rodó hasta el mismo Barbate.

Completaron un día duro, duro de verdad. No en vano las cuestas de la zona han sido bautizadas como los Alpes barbatenses o barbateños, mucho de cierto hay en este calificativo.

Por último, como viene siendo habitual, los cañasbike concluyeron la jornada como una merecida visita cultural a los centros de restauración, de los muchos, que ofrece la ciudad.

No se deja de pedalear cuando se envejece…, Se envejece cuando se deja de pedalear.

2 comentarios:

  1. Joder que peña. Ahi que estar muy preparao pa acompañaros, pero bueno, ese día ya llegará....
    Bonita cronica carlos, un saludo al personal.

    Javielquillo

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  2. Charlie se te ha olvidao la ultima cuesta ke hicimos camino de Barbate,ke es la de la cantera y ademas era largisima y nos termino de apuntillar a algunos,vaya tela de ruta ke hicimos en y algunos ke no kiero decir nombres me pedian mas cuestas,despues dicen ke yo y estan los tios ke se salen,asi da gusto convocar rutitas buenas,

    gracias compañeros por esos ratitos de rutas pisha,un saludo a tos

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