Libro de Visitas

sábado, 15 de enero de 2011

SIERRA DE SAN CRISTÓBAL 15/01/2011


El sábado alguien dijo de ir a la Sierra de San Cristóbal, Modesto creo recordar, y a partir de ahí pues a apuntarse la gente. Sin embargo en V.V. no nos reunimos muchos, Makina, Lagartone, Navibel, Danielobic, Israbu y un servidor de ustedes. Isra tenía una sonrisa de oreja a oreja que no le cabía en la cara, no en vano estaba estrenando una preciosa Cannondale Flash de 29er, bicicleta que todos tuvimos ocasión de probar en la propia gasolinera.

Mientras tanto cogimos el camino de siempre por la barriada Bazán, una densa niebla enfriaba los rostros a esa hora de la mañana. Isra quería probar la 29 y de momento no sabía si era la emoción de tener una bici nueva o que, lo cierto decía ir de escándalo. ¡Illo no me entero!¡No veas como rueda esto! Iba en cabeza tirando como un descosió, aunque en honor a la verdad, eso no debe tener nada de peculiar, con la de 26 hubiera hecho lo mismo. Y si no probad un día a enseñarle la rueda, ya veréis lo que tarda en responder.

Rodamos siempre a buen ritmo por la cañadas, al llegar al puente de la autopista Isra se lanzó por la tradicional trialerita para continuar con sus pruebas, poco después se nos unió un biker solitario. Al llegar al asfalto Isra regresó y el resto en vez de continuar por la carretera hacia San Cristóbal, no metimos por los cocodrilos con él fin de hacer más interesante el trayecto, no por ello minoramos la presión en el pedaleo, yo diría que se incrementó con respecto al de las cañadas. En una bajada nos pusimos a bajar a elevada velocidad, lo suficiente para que el biker solitario se nos descolgara. Durante el descenso Ivan intentó evitar un socavón saltándolo, a la hora de imprimirle presión a las calas, se le descolgaron ambos pies haciendo una extraño su montura. Menos mal que controló, si no a esa velocidad el ostiazo hubiera sido de pronostico…

De vez en cuando Iván me preguntaba algo sobre la fundación del Club, del como crearlo, de la forma jurídica, de las obligaciones tributarias, que no las hay, etc, ¿Qué surgirá de la creación del club? En teoría es un debate cerrado, pero a mi me viene a la memoria lo que dijo Cejik cuando abrió un hilo el foro mtb allá por el año 2007 “… inauguro este post, por si puede ser un punto de reunión de los foreros de La Isla, hay varias líneas donde nos estamos poniendo en contacto algunos de nosotros, pero si os apetece entrar por aquí , podemos intercambiar impresiones, notificar quedadas, salidas cicloturistas, etc....”

Luego cogimos la carretera de la cementera pero en sentido contrario, allí la niebla que nunca nos había abandonado, era extremadamente tupida, los coches los veías simplemente cuando estaban encima, tan espesa era que Dani me advirtió tener gotas de rocío suspendidas en las pestañas y era cierto, de hecho hasta pesaban y un simple pestañeo no las decolgaba. A pesar de ello resultaba misterioso y fascinante pedalear por aquella carretera. De vez en cuando un carretero circulaba en sentido contrario, y curiosamente saludaban. Parece ser que los carreteros de mal carácter sólo los tenemos en la Bahia de Cádiz, en la Janda no ocurre lo mismo, cerca del cruce de la Sierra nos cruzamos con un nutrido grupo de carreteros y lo dicho, la mayoría nos saludaron. En la confluencia de carreteras el biker solitario nos dejó para regresar por donde habíamos venido, nosotros continuamos por la carretera en dirección El Puerto para subir a la Sierra por el Sur. El Sol despuntaba ahora brillante y en la vaguada, a nuestra derecha, una nube se había estancado de tal modo que bien parecía que estuviéramos pedaleando en los Alpes.

Dejamos el buen firme para pillar el desvío a las antenas, primero por asfalto viejo y quebrado y después por camino abrupto, tramo este cortito pero de buena dureza. Serían aproximadamente las 10:00 A.M., mientras nosotros subíamos pedaleando dos parejitas lo hacían a pie. Coincidimos en lo alto, Jose Antonio le pidió a uno de los muchachos que nos sacara un foto, bastó con que el mismo dijera dos palabras para que Dani le comentara ¡Qué ustedes todavía no os habéis recogido!¡Siguiendo la Marcha ¿no? Ji, ji, respondió el otro con una mezcla de sueño y de lengua estropajosa.

¡Pues nada ahí tenéis un montón de campo para desfogarse! Sorprendió Mákina con este comentario. Y ahora fueron los cuatro, especialmente las niñas, quienes se rieron como bobalicones adolescentes. ¡Tiene o no tiene cojones la cosa!

Ya en plena Sierra, pues lo que siempre hacemos allí, véase el cabra, ahora cogemos por aquí, nos lanzamos por allá, subimos por el otro lado, cuidado que por aquí resbala, que me la pego, vamos, lo habitual y todo con una niebla de mil demonios, que había puesto el firme impracticable, por lo resbaladizo, sobre todo en algunos tramos.

En un momento determinado Ivan tiró para la bajada conocida de los toboganes y el resto lo hicimos para una de las pendientes más complicadas de la Sierra, la misma que en otra ocasión se la pegara Mákina, ahora le tocaba emularlo a Dani, yo que iba mucho más atrás no llegué a ver el torpazo, aunque se ve que fue de los buenos, Jose Antonio casi se lo come, que iba detrás. Al final unos cuantos moratones y poco más.

Mientras esperábamos a Ivan, Modesto no se le ocurre otra cosa que plantear tirarse por un rampón que segundos antes había subido a lo justo un motero con una potente moto de enduro. ¡Espera que esto no me lo pierdo, que pongo el video! Le dije al tiempo que me sitúo en la contracuesta justo detrás de lo que quedaba de un poste de la luz. Modesto sin pensárselo dos veces se tira el tio, pero al comenzar la pendiente se le desplaza la bici, y en vez de continuar la trazada por el sendero lo hace directo hacia el medio poste y por extensión hacia mí. Por mi madre que me lo vi encima, tal fue así, que como intento de esquivarlo lo hice lateralmente, por lo que me encontré con un declive con el que no contaba y casi pierdo el equilibrio. Cuando lo recuperé y vi a Modesto risueño parado frente al poste y al escuchar las risas de Dani que se estaba descojonando de lo cómico de mis movimientos, no pude más que arrancar con una sonora carcajada, de las enormemente terapéuticas.


Aquí os dejo el video que se grabó, evidentemente no es lo mismo, pero sirve para que os hagáis una composición de lugar.

Una vez reagrupados hicimos un buen tramo de carretera para luego desviarnos, por carriles camino del Puerto de Santa María. A estas alturas el personal quería llegar prontito a casa, así que mas de una vez las pasé canutas para intentar seguir el ritmo de aquellos tres maquinas. En una de estas que íbamos zumbados Ivan pegó una pedalada al aire, se le había salido la biela izquierda. Menos mal que le sucedió en llano y ya iban dos. Reparada la avería, aprovechamos para comer algo, pues al estómago poco más que agua le habíamos echado hasta el momento.

Al llegar al Puerto nos metemos en pleno Poligono de las salinas y callejeamos por sus avenidas para luego desviarnos por un carril que circula pegado a la vía del tren, así hasta Valdelagrana, siempre a buen ritmo, después por salinas, hasta Puerto Real, allí en pleno paseo marítimo había una exposición de perros adiestrados, nos paramos un rato a echarle un vistazo a las mascotas, aunque a alguno se le iba los ojos sobre las amas. Un par de fotitos con la Bahia en calma de fondo y otra vez a coger ritmo por el carril que circula paralelo a la vía del tren. Si antes se rodó rápido, ahora “pa qué”, ahora tiras tu, ahora tiro yo, ahora tira el otro, total, que llegamos San Fernando volando, creo recordar que nos salieron 80 kms a una media de 20 km/h, que todo hay que decirlo, no está nada mal.

las fotos de Jose Antonio:

http://img813.imageshack.us/slideshow/webplayer.php?id=p1150088.jpg

Al día siguiente, domingo, no se me ocurre otra cosa que coger la bici de nuevo. Esta vez me fui con Vicentini, Rafa, Modesto y los Montabay Nacho y Juanito camino de Conil por las calas. Desde un principio Juan tuvo problemas con el piñón que no absorbía la cadena cuando dejaba de pedalear, al final a la altura del velódromo de Chiclana regresó en previsión de romper la cadena. Nosotros continuamos el camino habitual por los sube y bajas, nos metimos donde se celebra el rally de Chiclana, cogimos calas y menos giramos para el Novo. Allí el Sargento particular de Lagarto, lo llamó al orden por teléfono, tuvo que regresar zumbado pues la niña se había puesto malita. Al final sin consecuencias.

A estas alturas a mí me pesaban sobremanera los kilómetros del día anterior, así que cuando se dijo de parar a desayunar me pareció una excelente idea. Al final nos paramos en un bar en una de las entradas a la Barrosa, curiosamente de allí salía nuestro Danielobic, que había estado desayunando en el aquel mismo negocio, pues entraba a partir de las 11:00 a trabajar. Menudo tentempié nos pegamos. Consistía el mismo en una tostada alargada que primero pasaban por una tostadora giratoria (de las que suele haber en los bufets), cuando estaba bien calentita la tostada viajaba a la cocina donde le disponían unas lonchas de tocino entreverado, un chorrito de buen aceite de oliva y otra vez de vuelta a la tostadora giratoria hasta que la grasa trasparentaba.

Satisfecho el apetito tocaba volver a montanos en las bicis, maldita la gracia que me hizo, máxime cuando cogimos por carretera hasta Chiclana, Nacho y Rafa que iban muy fresquitos se despegaban con frecuencia, supongo que Vicentini también lo estaba, pero el “Jefe” y mucho “Jefe” y cuando hay que ponerle la rueda a un gregario ahí está el tio, y eso es lo que hizo. En Chiclana pasamos por delante de la casa de Nacho, a gusto se hubiera quedado en ella, pero había dejado en coche en el Meadero, así que todavía le quedaba un buen trecho. En Chiclana se valoró la posibilidad de continuar por la autovía o a lo sumo por las salinas parelelas, pero al final yo puse todas las pegas del mundo, pues a fin de cuentas terminas incorporándote a la nacional precisamente en el embudo del puente y a mí como que este tramo no me hace nada de gracia. Al final cogimos por la carretera del Marquesado, que a esas horas del domingo gozaba de mucho tráfico, con lo cual hasta hubiera sido mejor haber cogido por el otro camino. En el Meadero nos despedimos de Nacho y Rafa, a nosotros nos quedaban todavía unos cuantos kilómetros por delante. Terminé el día con un dolor de culo de mil demonios y cansado, muy cansado, me prometí no pegarme nunca más dos palizas consecutivas (aunque dispusiera de bonobici para ambos días). Para colmo el sábado, o tal vez el mismo domingo, pillé el mismo enfriamiento, que ha tenido a medio grupo tocado del ala estos días, a pesar de todo el fin de semana siguiente, también disponía de bono para ambos días, ni que decir tiene, ya estaba pensando en que dos salidas me iba a pegar. Al final no pudo ser porque el domingo hizo un día feo, feo, pero feo de verdad, sino ahí hubiera estado ahí como buen cañasbike recalcitrante, por no decir jibia.

2 comentarios:

  1. Recaaaaaaalcitraaaaaaante mmmmm.. jajajajajajajjaja

    Un abrazo

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  2. MU BUENA MAESTRO SOLO TE HA FALTAO LA FOTO DE LA TOSTA DE MI COLEGA,YO ME LA SIGO COMIENDO CUANDO PARO ALLI,JEJEJEJEJEJEJEJE

    OTRO ABRAZO Y YA KEDA MENOS PA LA GORDA,JIJIJIJIJIJI

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