Libro de Visitas

domingo, 7 de febrero de 2010

07-02-2010 CHARCORREDONDO



En primer lugar, que bien nos lo hemos pasado, que buenos momentos os habéis perdido. ¡Ala eso pa empezar!
En la VV estábamos los que ya sabíamos que íbamos a ir a Charcorredondo, Rogelio, Pablo, Jose Santos, Dani y yo. Pero para grata sorpresa, allí estaba el Mákina que no se pudo resistir a pesar de estar, todavía convaleciente, del costillazo de Arcos. En la VV comenzó a llegar gente, entre otros JLPWIN, que llevaba tiempo perdido, y no digamos ya Juan G, que por fin dio señales de vida. Ya en carretera, el día apuntaba alto, en el coche le puse a Santos música de cuando la Expo de Sevilla, le pregunté algo así como si se acordaba y Santos me miró con cara de coña para decirme después: Carlos, en el 92 yo tenía 2 años, así que esta música… ¡Joder! Que mayores estamos algunos. Cuando llegamos a Chacorredondo el Dani que se pone a saludar a todo un grupo de bikers que están vistiéndose de romanos. Supuse que se trataba de la natural extroversión del Dani, pero a esto que miro a uno de los bikers , _ si a este lo conozco yo, era Andres, uno de los Figuras de Barbate , los mismos que pocas semanas antes, nos habían enseñado sitios de lujo por las Breñas, y junto a él, el resto de Figuras, el Gregorio (otra vez con las cachas al aire) el abuelo del grupo, el Caudillo, otro que le decían el Matamulas; total un montón de buena gente barbateña.
Comenzamos el camino juntos y como otrora sucediera en las Breñas, el grupo se hizo uno, y como quiera que ellos no tenían una ruta preconcebida, rápido se impuso nuestro mejor Rogelio y pillamos por donde él tenía previsto. No llevábamos más de cinco kilómetros cuando tuvimos que echar pie a tierra. Media montaña se había desprendió sobre el camino. En equilibrio una piedra más grande que un tractor se sostenía, todavía, milagrosamente sobre la ladera. La gente comenzó a valorar como razonable el dar la vuelta, pues a la vera del camino había un precipicio, y cruzar por el borde, significaba llenarse de fango hasta la trancas. En estas que el Makina, sin pensarlo, intenta atravesar por en medio; total que el fango le llega hasta los tobillos ¡Illo a dónde vas! Y el tío en vez de deshacer los pasos, va y da otros par más. Sólo cuando la tierra fangosa le llegó por las rodillas, se dio cuentas que por allí no podía pasar. Total que al final nos lanzamos por la ladera, con la bicicleta en ristre (como muestran las imágenes) para evitar la montaña de tierra batida, sin que con ello dejáramos de llenar las calas de fango.
Poco después llegamos a una bajada técnica donde la gente, espontáneamente se puso en fila. El Makina pasa a mi lado y me dice: -Igualito que la última vez. ¡Vaya tela como está esto! En verdad que estaba peligroso, así que todos pusimos los sentidos en lo que estábamos haciendo, bueno todos, todos, no. Cerrando el grupo iban Pablo y Andrés (de los Figuras) departiendo del cómo solucionar el país; que si el PP esto, que si el PSOE esto otro. Ni fila india, ni atención, ni ostias, por lo que ambos acabaron reboleados por el suelo. Primera caída de Andrés. Luego, subidas y más subidas, preciosas bajadas, entre densa vegetación y en una de estas, así como quien no quiere la cosa nos metemos en un cortafuegos. Justo al principio Andrés, que quiso sacar la zapatilla de la cala, que no lo consigue, que se cuela en una zona complicada, que si esto, que si lo otro, segunda caída. – ¡Que mal se me da esto! Decía Andrés después del pellejazo, (cualquiera lo diría viendo subir al tío). Encarando el cortafuegos, poco a poco, fuimos echando el pie a tierra, algunos de forma más aparatosa que otros. Sólo el Makina, que raro, fue capaz de ciclar casi todo el recorrido, y eso que todavía está convaleciente de las costillas. Luego una parada tras otra, que si me salta la cadena, vamos a echarle aceite, que si pincha Rogelio, que si vamos a sacar el GPS, que no tengo ni idea de por donde voy, que si a Santos le bailan sus flamantes nuevas cazoletas. Total un poco de aventura entre cuestas y con eso de que Dani trabajaba por la tarde y que Santos tenía holgura en el pedalier, total que dejamos a los Figuras haciendo unos kilómetros y nosotros nos dirigimos a buen ritmo al punto de partida. En una de estas, la holgura del pedalier dio al traste con los huesos del Santos, que se pegó un buen raspón. Al llegar poco más de 35 km. Dani y Santos que se van y el resto, como quiera que nos quedamos con ganas de dar pedales, regresamos al parque, nos cruzamos de regreso con los Figuras, nos saludamos y el Rogelio que nos mete por una subida de ensueño, fuerte de co…, pero preciosa. En una de estas llegamos a una valla, Rogelio se para a abrirla, yo que me bajo, que no me bajo; que miro para la derecha y veo un zarzal de mil pares; que si me quito la cala, que si no. Total que visualizo como me iba a caer directo en las zarzas, por lo que no se me ocurre otra cosa que echar mano del Makina, que lo cogí sorprendido y casi que me lo llevo conmigo. El Pablo: ¡Illo, Illo! las zarzas. El Makina, que por la sorpresa, no pudo pillarme.Total que me caí en el zarzal. Ellos a tirar de mí, y yo como si fuera un peso muerto, entre otras cosas porque me había entrado un ataque de risa, del que todos se contagiaron. Luego más subida de ensueño, un camino muy estrecho, y para cuando empieza a anchar, se convierte en súbida técnica, que precisa de toda nuestra pericia. Después se volvió a reproducir una bajada rápida, donde las dobles ejercieron su función y donde Pablo se dio, definitivamente cuenta, de la buena inversión que había hecho comprándose su preciosa doble.
Al final merecida cervecita en la Palmosa, tras poco más de 50 km de buena calidad.



































La cronica orginal y las fotos del Makina en esta página y las siguientes:
http://www.foromtb.com/showthread.php?t=209662&page=2363
Aquí os pongo unas cuantas:



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