Hoy típica salida sabadera. En la VV los habituales de este día, el Pablo enseñando las cachas, KEU pensando en pasarse a la competencia, el Bajadita que para con sus flaca a departir con los compis, el Ivan que se pone de cháchara con un motero, Isaac, Santos, Kiko, etc. Luego llegan los Montanbay, un buen grupo como siempre, entre ellos Angelito, cada día más recuperado. De la salida poco que contar, rehicimos el camino de la semana pasada, intentando mojarnos lo menos posible, tanto, que el Guille y yo, por evitar mojar nuestras mtb nos saltamos dos vallas y nos descolgamos del grupo, que sólo pillamos ya pasada la cuesta de la castellana. Poco antes pasado el Meadero se nos une Acme, que ya debía llevar unos cuantos kilómetros pedaleando. Después hacia el puente de madera, cruzándonos con muchos bikers, el típico pique en la cuesta del cortijo del belga que ganó Ivan, aunque el mérito lo tuvo Isaac, que se marcó toda la subida con el plato grande. Después bajada acelerada con más bikers de frente y a esto que el Kiko se nos cae. Debía de tener empatía con los que estamos de vez en cuanto por el suelo, así que allí va espatarrándose por el fango como lo muestran las fotos. Después con el fin de alargar la ruta, venga charcos en dirección Puerto Real, buen ritmo en estos tramos. En el Hospital, la caterva se reagrupa y la gente que tira para la Ventolera. Isaac, Pablo, Santos y yo que todavía teníamos ganas de marcha, alargamos la mañana con unos cuantos kilómetros, subimos un par de cuestas y llaneamos un rato más. Para cuando llegamos a la ventolera todos estaban desayunados, entre ellos el Gui, que allí estaba, con hombro hinchado y todo. Al poco vino la vía de servicio, y el grupo, como viene siendo habitual se estiró por los tirones de algunos y de otros, a alguno hasta se le dispararon las pulsaciones. Ya en la Isla me encontré, rebosante de felicidad a Rumanu, que estaba cumpliendo funciones paternales de los más dócilmente.
Total a mi me salieron 70 km, de vuelta a casa tempranito. A las espaldas un día tranquilito y cojonudo para dar pedales, con un cielo azul impresionante y con un campo rebosante de vitalidad. Si el firme hubiera estado más seco, hubiera sido de éxtasis.
Total a mi me salieron 70 km, de vuelta a casa tempranito. A las espaldas un día tranquilito y cojonudo para dar pedales, con un cielo azul impresionante y con un campo rebosante de vitalidad. Si el firme hubiera estado más seco, hubiera sido de éxtasis.
¿Os suena de algo este puente?
Pues tomad sesión de puente:
Cuando Isaac me dijo sus años, me dejó flipado. Eso sí que tiene mérito.
El Kiko protagonista de las siguientes fotos. Parece que he hecho un reportaje de tu salida sabadera ¡Pisha! Si de esta no cambias el avatar, pues no se qué vamos ha hacer.
Fijaros la franja “to racing” que se marca en todo el lado derecho.
Antes de seguir con el reportaje del Kiko, hubo tiempo para que Jose Marí, como no, hiciera una de las suyas. Ahí va el invento:
Ahora continuamos con el reportaje, en busca del avatar perdido. ¡Qué pasote de cielo!
Y además desmarcándose del pelotón. ¡Como si nada ¡
Aunque poco. También hubo tiempo para hacerle fotos a otros que no fueran el Kiko. ¡Que malas caras pishas!
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