Libro de Visitas

jueves, 29 de julio de 2010

MI PRIMERA SALIDA CON LOS CAÑASBIKE

Los Cañasbike son un grupo de aficionados a la bicicleta de montaña de San Fernando. Los había leído alguna vez en un foro que tienen en Internet. Yo que soy de Cantabría, todavía me estoy acoplando a esta manera tan peculiar de vivir que tienen la gente del sur, y sobre todo el particular sentido del humor que tiene aquí la gente, así por eso de mi afición a la bici decidí salir un día con ellos. Mi estreno fue el pasado jueves 29 de julio. Llegue a la hora prevista a donde ellos se reúnen, que es la gasolinera de Cepsa que está a la salida de San Fernando con dirección Chiclana, aunque ellos, en su foro, se empeñan en llamarlo con dos V, o V.V. , que no se que demonios significará.
Lo cierto cuando llegué me sorprendió el poder de convocatoria de este grupo pues para tratarse de un jueves del mes de julio y además por la tarde, me imaginé que allí sólo iban a estar cuatro gatos, sin embargo nada más lejos de la realidad. Lo primero que me llamó la atención es que todos parecían bien mayorcitos, eso sí, muy amables y simpáticos, se fueron presentando. Uno dijo llamarse Paco, observé que llevaba puesto un culote personalizado con el apellido Sainz, durante el camino comprobé que lo llamaban de todo, pero nada de Paco ni de Sainz, en contra algunos con mucha humildad, o tal vez coña, lo llamaban Don Francisco, otros Pollo y hasta pollo hembra llegué a escuchar alguna vez, por respeto no le pregunté a que se debían tales apelativos, aunque la curiosidad me correo y algún día si adquiero la confianza suficiente le preguntaré por el hecho y sobre todo por las barritas de pollo de las que hablaba.
David dijo ser conocido con el nombre de guerra de Siete estrellas, le mire la bici a ver si lo de las estrellas iban por ahí, y supuse que si; llevaba una Mérida bien completita. No obstante durante el camino tuve oportunidad de departir con él, y después de comprobar que recientemente había tenido como destino Bosnia llegué a la conclusión de que o David aspira a tener más galones que un general o de que anhela dirigir un Hotel. A modo de curiosidad cuando llegué a casa puse en el Google siete estrellas y me aparecieron 313.000 resultados.
El Loren, era el Loren, un tipo que llevaba una de esas tiritas en la nariz para poder respirar mejor, la misma que se pone el Contador. Me pareció un tío simpático, aunque durante la ruta comprobé que la vanidad no es palabra del diccionario de este tipo, decía ser el mejor, el más guapo, el más fuerte. Decía de todo y a todos respondía. Algo de actor protagonista observé en el tal Loren, lo cierto cada vez que abría la boca todos le prestaban atención, a ver con que ocurrencia les sorprendía ahora. Pinchó durante el camino y el líquido tubeless no acababó de sellar la cubierta, así que un tal Charlie, sacó un extraño instrumento y consiguió taponar el agujero, luego el mismo Charlie rechazó el bombillo de Loren, y sacó el suyo que resultó ser extensible y en consecuencia más largo que el del Loren, lo que por supuesto aprovechó este ultimo para hacer una de sus habituales ocurrencias.
Recordé que días antes Loren, al que todavía no conocía y que me imaginaba mucho más joven por su avatar del diablo de tasmania, había protagonizado en el foro todo un derroche de comentarios, jurando y perjurando que él no estaba condicionado por ningún compromiso conyugal cuando salía en bici. Sin embargo me sorprendió que ya de regreso se descolgara del grupo, en previsión de que le hubiera sucedido algo le esperé y para cuando llego a mi vera, me dijo que su mujer lo había llamado al orden por el móvil. También me dijo que no se lo contara a nadie, sobre todo al Charlie, de cualquier modo si me iba de la lengua lo iba a negar todo. Entendí que me lo decía en tono de broma, así que cuando vi al Charlie le conté lo sucedido y este a carcajadas salió disparado refiriéndoselo a todo el mundo. Ni que decir tiene que el otro lo negó todo, se empeñó en contar una retahíla de que se le había caído su cortito bombillo, un regalo de un tal Pablo.
Ivan decía ser también del norte, astur-galaico afincado en la Isla, dijo ser. Su sobrenombre Navibel me pareció cuanto menos peculiar, suena a golosina, como siempre iba de los primeros, pues precisamente fue el primero en meter los pies en fango y no pareció importarle, no como a otros que no hacían más que quejarse. En las cuestas intenté seguirlo, pero me quedé en el intentó está claro que es un buen bajador, aunque me sorprendió que en una pequeña bajada, eso sí, con bastante arena, se fuera al suelo. Después de llenarse de fango y arreglarle la bici a Juan, se fue con el mismo, tal vez un tarto harto de lanzarse a la aventura por sitios que al parecer conocían pocos los allí reunidos.

Yo que soy del norte tarde tiempo en comprender la cosas que se hacen aquí en Cádiz con el castellano. No me extraña que de hecho se haya publicado hasta algún libro sobre el habla en Cádiz. Lo cierto un electricista, en la Isla, puede convertirse en un litricista o para colmo de abreviatura gadita, en un Elitri, pues bien, Elitri, como así reza su culote, resultó ser un tal Juan. Durante el camino charlé varias veces con él, y comprobé que si algo le gusta a este CAÑASBIKE es lanzarse a la aventura en solitario, buscando nuevas rutas sin importarle nada. Le advertí si era consciente del riesgo que corría, se limitó a encogerse de hombros. Valiente este Juan. En la ruta se mostró siempre muy activo. En una cuesta debió de cambiar de manera poco ortodoxa pues terminó cargándose el cambio trasero, un xtr. Tuvo que hacerle un apaño a la bicicleta y a piñón fijo anticipó su regreso por carretera junto a Ivan.

CharlieOhol, uf, que raro, ¿qué eres extranjero? le pregunté al presentarme. Resulta que de extranjero nada, un gallego con acento cañailla, de pelo blanco y que todo el tiempo de la ruta no hacía más que quejarse de por donde lo estaban llevando, pues al parecer hacía poco que estrenó las zapatillas, eso sí, unas blancas y muy bonitas. Cada vez que tocó mancharse, el tal Charlie se quedaba el o de los últimos buscando caminos alternativos para no meter en fango las zapatillas. Al final fueron varias las veces que terminó manchándolas para gran jolgorio y alegría del resto de sus compañeros.

Recuerdo que una vez nos enfrentamos a un riachuelo que tendrían poco más de un metro de ancho, todos pasamos sin problemas, muchos hasta dando pedales, como debe ser, sin embargo Charlie se quedó junto a el largo en el otro lado de la orilla, yendo de aquí para allá a ver como hacía para no mojarse, a esto, dos fornidos de sus amigos levantaron un troncó y lo lanzaron al rio a modo de pasarela. El problema es que el tronco al caer levanto toda una ola de agua y fango que fue precisamente derecha al punto donde se encontraba el Charlie, culote y maillot con manchones de fango y las zapatillas salpicadas de agua, el tío se quedó con cara de poker observándose mientras a otro lado todos se desternillaban de risa.


Alberto era el Largo, la verdad es que tenía una buena estatura y al parecer a los altos, aquí en Cádiz, se les llama largos. Pues el Largo tampoco le debe hacer mucha gracia mojarse los pies, junto al Charlie y Angel siempre se quedaban los últimos buscando las mañas ya descritas.
Fue a buen ritmo todo el camino, sobre todo al final. Serían las 20:00 horas y todavía estábamos en un sitio con un nombre raro, pero de los raros de verdad, “El meadero de la Reina”, allí compramos botellas de todos los colores y el largo contactó con su mujer, no sé que le estaría diciendo, pero se puso muy serio y en la vía de servicio estuvo todo el camino tirando del grupo con el fin de llegar cuanto antes a casa. La gente pronosticaba que esa noche cenaría en el chino, no acabé de entender a que se referían con esto de cenar en el chino, pero todos se reían.
Selu, yo creía que iba a ser uno de esos nombres rebuscados, y me sorprendió que se tratara de una de la abreviaturas que se hacen por aquí, nada menos que Jose Luis. Este no se quejaba por nada, cuando había que pasar charcos, los pasaba, cuando se trataba de cruzar ríos, los cruzaba, cuando se trataba de dar pedales los daba, no se metía con nadie y nadie se metía con él. Me pareció un buen tipo.

Siguiendo con las abreviaturas resultó que Bernardino, no podía ser otro que Nino, aunque en realidad todos le llamaban Saky, que resultó ser la abreviatura de su nombre de guerra, Sakynet, no tengo ni idea que donde habrá sacado el nombre pero tengo la impresión de que algo tiene que ver con el ciberespacio. Decía que había estado pachuco y que llevaba tiempo desentrenado, la verdad lo vi rodar muy bien, máxime después que me contara sus problemas de inmunidad, después de conocerlos que quedé admirado de su tesón.

Javíer era Javielquillo, así todo seguido no supe muy bien que significaba, pero tardé pronto en comprenderlo, a fin de cuentas aquí todo el mundo es de algún modo u otro quillo, el culmen de la abreviatura de chiquillo. De chiquillo el Javier tenía bien poco, a no ser que fuera de niño grande, pues resultó ser amplio en todos los sentidos, de cuerpo, de huesos, de estructura, y también de humor. Me sorprendió como a pesar de su tamaño se moviera con tanta agilidad, en especial bajando.

A Angel, todos le decían Angelito, no sé porque, porque pues tan joven no parecía, aunque tal vez se tratara por su tipo, pues si que tenía cuerpo de adolescente. Este se presentó como de los Montanbay de Cádiz, un grupo de aficionados de la vecina capital con los que los cañas, al parecer, están en perfecta sintonía. Por cierto me resultó muy llamativa la traducción al gaditano del término MONTAIN BIKE; la verdad no sé si algún día llegaré a entender esta lengua del sur, cierto que es complicada, prueba de hecho el siguiente personaje que conocí. Un tipo que en vez de llamarse con el común nombre que le habían puesto sus padres, Jesús se empeñaba por ser conocido como Capiyita. ¿Qué demonios significará eso? Hube de rodar unos buenos kilómetros a su vera para que me lo explicara y después de hacerlo todavía no salgo de mi asombro, será porque soy del norte, y allí vamos o no vamos a misa, pero los santos sólo los sacamos para atraer a la lluvia, aquí por el contrario hasta los comunistas se vuelven fervorosos como el tal Capiyita cuando llega la Semana Santa.
Por cierto Jesus se marcó un ostiazo de mil pares en una sencilla bajada. Cuando aterrizó en el suelo, tanto él como el resto estaban convencidos de que se había partido el femur, por suerte todo quedó en un enorme susto y nada más que eso.

Magabe, este sí que fue el que al parecer lo había liado todo. Algunos le llamaban Mogobe y otros Megane, el respondía a todos los apelativos sin mayor problema. Al parecer la ruta prevista estaba en la cabeza de Magabe, así que nos llevó por donde él quiso. ¿No queréis descubrir nuevos caminos, pues así se logra? Le dijo al Loren cuando este gritó: ¿Magabe porque no reconoces que te has perdido? Lo cierto me sorprendió por donde nos estaban llevando, hubo que bajarse de la bici un centenar de veces, sobre todo porque a cada dos por tres una valla nos impedía el recorrido, al parecer por que era terreno de toros bravos. Menos mal que no nos vio ninguno. Pero al final Manuel que así se llamaba realmente, nos llevó sanos y sanos de regreso a casa después de haber disfrutado de un esplendido día de Montabike, eso sí, un poco tarde.
Me ha gustado salir con estos cañas, que por cierto, todavía no ser porque se llaman así, cañasbike, debe tener algo que ver con la cerveza, pues algunos lucen orgullosos barrigas cerveceras, o tal vez sea otra de esas abreviaturas gaditanas a las que voy acostumbrado, de cañadillas, pues los de San Fernando tienen nombre de molusco gasterópodo ¡Uff!..¡Qué raro se me está haciendo todo!

3 comentarios:

  1. Charlie, muy chula esta crónica, muy bonita la manera de escribirla, has descrito a todos los que salieron de pies a cabeza..

    Te doi un consejo que quedaría muy chulo en el foro.

    Con tiempo y poco a poco hacer un perfil de cada cañasbike con su o sus respectivas burras y plantarlo en el blog, quedaría muy chulo y así cada miembro nuevo podría acudir aquí a conocer al personal.

    PD: Es sólo un consejo y una escusa para echarte un trago de ese whisky que tanto te gusta, sólo y con hielooooooo!!

    Un abrazo

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  2. IMPRESIONANTE, MUY BUENA, FIJATE LA DE DIAS QUE HACE DE LA SALIDA Y LO HE REVIVIDO COMO SI HUBIERA SIDO AYER. JAJAJA PARECE QUE TE ESTOY VIENDO LA CARA CUANDO MANCHASTE LAS ZAPATILLAS.

    AH! LO DE 7ESTRELLAS ES EL HOMENAJE A LA BANDERA DE ESA CIUDAD QUE ME VIO NACER, ¨MADRID¨, NO SE LO DIGAS A NADIE O NAIDE COMO AQUI SE DICE, JAJAJA.

    UN ABRAZO

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  3. Desde luego hay que quitarse el sombrero con esta pedazo de cronica con la cual plasmas perfectamente lo vivido aquel jueves de estreno de tus zapatillas y la forma tan bonita de traladarsela a los demás. Eres un Crack del desarrollo literario. Chapó y la verdad que la idea de Jose es muy original y que además podría quedar muy bien. Saludos a todos de Javielquillo "er niño grande". jejejeje

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